Cómo tomar mejores decisiones

La toma de decisión se caracteriza por el hecho de que una persona haga uso de su razonamiento y pensamiento para elegir una alternativa de solución frente a un problema determinado.

Para tomar buenas decisiones tenemos que elevar nuestro contexto mental. La razón por la cual las decisiones tienen tanto poder es porque son nuestras y las consecuencias de ellas también lo son también.

No vas a ser rico hasta que no sea rico mentalmente. La riqueza es mental. Dios te invita a hacer familia antes de ser millonario, antes de que tengas un círculo de amigos determinado porque después de que lo seas debes saber qué tipo de personas estarán a tu alrededor, si por el interés o por lo que realmente eres.

El dinero no tiene sentido si no se le das uso, si no le das un propósito. Hay gente que tiene dinero y no tiene a quien darle un regalo. La gente es más importante que el dinero.

Es importante que tengas familia, y que tengas amigos porque cuando estés en la cima ya vas a tener con quienes compartir tu vida, tus logros, tus fracasos y tus éxitos.

“Usar el poder de decidir te da la capacidad de superar toda excusa para cambiar cualquier parte de tu vida en un instante.” Anthony Robbins

Pasos a seguir para tomar mejores decisiones

1. Des-emociona la situación

Aprendí de uno de mis mentores que es imprescindible quitarle la emoción a cualquier situación antes de tomar una decisión. Lo primero que suele aparecer cuando debemos tomar una decisión importante son las emociones, y eso es peligroso no es recomendable tomar decisiones en picos emocionales ni muy alegre ni con mucha angustia, tristeza o miedo.

“Las peores decisiones en la vida son las que tomamos basándonos en el miedo.” Sherrilyn Kenyon

Cuando las emociones suben la inteligencia baja. Muchas veces las personas toman malas decisiones porque no están emocionalmente estables. Debes tomar decisiones cuando estés ecuánime, balanceado, en tus cabales.

2. Dale tiempo a tu mente para que se aclare

Una técnica que personalmente utilizo es esperar tres días para tomar una decisión: el primer día mentalmente decido, espera, aunque creas que ya sabes tú decisión, no la tomes ese día, espera al día siguiente... El segundo día medito si me mantengo en la misma posición frente a la decisión y si mis emociones y lo que deseo no han cambiado. El tercer día lo tomo para validar la decisión. Tus decisiones pueden cambiar porque tus emociones pueden cambiar, porque las emociones cambian constantemente porque nosotros cambiamos de igual forma.

3. Busca siempre tener opciones

A veces estamos entre dos opciones sin darnos cuenta que hay más alternativas.

Tus decisiones te construyen o te destruyen. Cuando decides mal te atrasas. Nunca se está preparado para tomar decisiones pero tienes que tratar de tener todas las opciones que puedas para elegir la mejor.

Estás viviendo hoy la decisión de ayer, y vivirás mañana lo que decidas hoy.

4. Escucha a tu corazón

Es importante que le bajes el volumen a tu exterior y se lo subas a tu interior. Muchas veces tenemos el volumen del exterior tan alto que solo escuchamos lo que otros opinan o quieren para nosotros y no aquello que realmente queremos.

Escucha a tu corazón. Generalmente lo que hay en tu corazón es lo que puso Dios en ti, lo que él diseñó para ti y para tu vida debes descubrirlo, irte lejos y buscar en tu interior.

5. Consulta a un mentor

Pide opiniones de alguien que esté más adelantado que tú. Si no tienes a alguien debes buscar a una persona que tu sientas que tú puedas conversar con esa persona y que puedas entregar esa vida en sus manos. No seas sabio en tu propia opinión. No puedes salir de un problema con el mismo contexto mental que lo creaste: si te llevas de ti terminarás como tu.

Un mentor te va ahorrar tiempo, dinero y esfuerzo. Debes consultar con alguien que ya tiene tus resultados.