
Si, cuando dejé de buscar balance, empecé a diseñar mi vida en base a mi prioridades.
Durante años me obsesioné con la idea de “balance”.
Balance entre el trabajo y la vida personal.
Balance entre ser productiva y estar en paz.
Balance entre avanzar y disfrutar el momento.
Sin embargo un día me di cuenta de algo que cambió todo:
"El balance es una expectativa que, si no se redefine, se convierte en una carga".
Porque mi verdad es esta:
➡️ No todos los días serán equilibrados.
➡️ No todas las temporadas serán suaves.
➡️ Y no siempre podrás dar lo mismo a todas las áreas de tu vida.
Con el tiempo, descubrí tres filosofías que transformaron mi forma de ver el equilibrio y la productividad. No son reglas absolutas, pero se convirtieron en anclas para diseñar una vida más alineada con lo que realmente importa. Aquí te las comparto, por si tú también estás lista para soltar la presión de hacerlo todo y empezar a vivir con intención:
📌 1. La rueda de la vida no gira con todo en la misma posición.
Me encanta imaginar la vida como una rueda dividida en áreas:
Salud. Finanzas. Relaciones. Propósito. Descanso. Crecimiento personal…
Esa rueda está en constante movimiento,
pero no todas las partes giran con la misma fuerza al mismo tiempo.
Hay etapas donde tu energía está enfocada en tu negocio.
Otras, en sanar.
Otras, en cuidar vínculos.
Y eso es normal.
Eso es vida.
El equilibrio perfecto no existe.
Pero el enfoque intencional, sí.
Lo que me liberó no fue encontrar el balance, sino definir mis prioridades.
Empecé a preguntarme:
-
¿Qué es verdaderamente importante hoy?
-
¿Qué necesita mi energía ahora mismo?
-
¿Qué puedo soltar, sin culpa, porque no me suma en esta etapa?
Y fue ahí cuando todo cambió.
Dejé de sentirme insuficiente por no balancearlo todo.
Y comencé a sentirme poderosa por elegir con intención.
📌 2. Priorizar no es descuidar.
Es decidir con propósito.
No se trata de abandonarlo todo,
sino de aceptar que no todo tiene el mismo peso en cada momento.
Hay días donde soy 80% trabajo y 20% familia.
Otros días, soy 90% descanso y 10% estrategia.
Y eso está bien.
No me juzgo por no ser “equilibrada”.
Me celebro por ser consciente.
📌 3. Diseñar prioridades es un acto de liderazgo personal.
Si tú no decides en qué se va tu tiempo,
alguien más lo decidirá por ti.
Si tú no eliges tu enfoque,
terminarás apagando fuegos en vez de construir algo con sentido.
Mi vida no es perfectamente balanceada.
Pero mi tiempo refleja lo que valoro.
Y eso, para mí,
es éxito.
Artículo: Renuncié a perseguir el balance
Por: Yamilka Gutiérrez (manager editorial @inviertenti).
📨 Sé parte de nuestra comunidad
Recibe noticias, recursos exclusivos y actualizaciones directamente en tu bandeja de entrada.
No nos gusta el spam, y jamás compartiremos tu información por ninguna razón. Tu confianza es lo más importante.